Un espacio abierto a la reflexión , al dialogo y a la acción ...
Que ahora se renueva como todo en la vida. Queremos despedirnos de este viejo blog que nos acompañó durante 5 años, con sus luces y sombras.

Ahora los tiempos y los vientos nos llevan a una nueva web :
Visitenla ! =====> barbechando.org/


miércoles, 10 de julio de 2013

JORNADA DE IMPUESTOS AL AGRO en CAMARA DE DIPUTADOS




PARA LOS EXPERTOS, CON UNA PRESION IMPOSITIVA QUE BORDEA EL 80%, 
LA PRODUCCION DEL CAMPO ES CASI INVIABLE

Organizada por el diputado nacional Lucio Aspiazu (UCR-Corrientes), se realizó en la Cámara de Diputados la jornada "Impuestos al agro: pro y contras", en la que disertaron especialistas destacados de la talla del abogado Juan Pedro Merbilhaa, el contador Santiago Saénz Valiente y Ricardo Negri (h), jefe de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA. En el contexto de esta charla el veredicto de los expositores fue unánime: con una presión impositiva al campo cercana al 80/85%, la producción agropecuaria es casi inviable.


La jornada contó con una nutrida asistencia, entre los que se contaron los diputados Jorge Chemes (UCR-Entre Ríos), Ricardo Buryaile (UCR-Formosa), Cornelia Schmidt (PRO-Buenos Aires), Gladys Espíndola (UCR-Córdoba), Jorge Valinotto (Frente Cívico- Córdoba) y Alberto Pérez (Frente Peronista-San Luis); los presidente y vicepresidente de la Rural, Luis Etchevehere y Daniel Pelegrina; el ex presidente de la Rural, Luciano Miguens; los directivos de CREA Juan Balbín, Bernardo Debenedetti y Santiago del Solar, los integrantes de la Fundación Barbechando Ricardo Lakatos, Alberto Casey, Armando Zavala y María Beherán,  y Marcelo Ré, representante de los autoconvocados del Sudoeste Chaqueño y Este Santiagueño.


“Con niveles de presión impositiva que bordean el 80 o el 85%, la producción agropecuaria se está
DIp. Lucio Aspiazú
volviendo inviable. El sector necesita oxígeno para seguir generando riqueza en la patria grande, como Congreso debemos pensar formas de alivianar la carga tributaria enorme con la que cargan los agricultores”, señaló Aspiazu. “En estos años de trabajo parlamentario se han generado muchas iniciativas valiosas de orden social, pero ninguna que ayude a la producción o a la industria a generar más trabajos, o bajarles la presión impositiva. Tenemos que generar proyectos en este sentido, que ayuden a generar riqueza y trabajo en el campo y en la ciudad. Una presión impositiva  llevada a los extremos actuales impide el desarrollo del interior”, acotó Aspiazu.

El primer disertante fue Juan Pedro Merbilhaa, asesor legal de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y ex presidente de esta entidad, quien habló del actual sistema de leyes que permite desequilibrios y abusos en materia impositiva. “En estos últimos años nos han roto el sistema constitucional argentino, eso hay que destacarlo, nos llenaron de leyes fiscales y económicas llenas de vicios y claramente inconstitucionales. La Ley de Emergencia Económica desplazó a la Constitución Argentina como base de la pirámide jurídica. A eso no hay que combatirlo en la Justicia, hay que pelearlo acá, en el Congreso, volteando todas las leyes mal hechas, truchas, que tenemos, entre las cuales se encuentran la Emergencia Económica, la Ley de Administración Financiera, la Ley de Abastecimiento. Hay una violación constante y permanente de la Constitución a través de estas leyes. Por eso digo que la principal meta debería ser derogar y cambiar estas leyes por leyes nuevas”, destacó Merbilhaá. “También hay que discutir en forma urgente la coparticipación”, agregó.


Por su lado, el siguiente disertante, Santiago Saénz Valiente destacó que “hay cada vez más productores saliendo del sistema debido a la altísima presión impositiva, estamos hablando de que un productor promedio tiene una carga impositiva, entre impuestos nacionales, provinciales y municipales que llega al 85%”. De acuerdo a Saénz Valiente, “entre los impuestos nacionales las retenciones son claramente las más confiscatorias” y “es necesario reinstalar el ajuste por inflación, debido a que la ausencia de este ajuste genera ganancias ficticias ”. Para el experto, “hay que establecer alguna medida para hacer este ajuste, cuya normativa existe pero está suspendida. Este no es un tema menor, debe plantearse en forma urgente porque cada año tiene peores efectos”.


Seguidamente, Sáenz Valiente propuso una serie de cambios a aplicar para mejorar el esquema impositivo actual. “En primer lugar, sin dudas hay que reducir las retenciones, más con un dólar en este valor. No hay motivo alguno para mantener este impuesto. Luego se deben actualizar los mínimos y los topes, y aplicar el indispensable ajuste por inflación. También debemos eliminar el impuesto a los Bienes Personales, reemplazándolo por un impuesto al Patrimonio Neto, excluyendo los bienes productivos. Se debe además eliminar el famoso Registro de Operadores de Granos por ser inconstitucional, y reemplazarlo por otro mecanismo de control, y transformar todos los saldos de IVA en libre aplicación extensiva a todas las deudas fiscales”, sintetizó el especialista.

“La presión fiscal que soportan los productores es superior al promedio de la economía, superando el 75% del resultado antes de tributos. En empresas agrícolas que trabajan sobre campo alquilado y algunas regiones esa presión supera el 120%. Pero  el impacto es más difícil de medir en las comunidades, considerando que el 70% de las inversiones y gastos de los agricultores se realiza en la ciudad más cercana al establecimiento. Las comunidades son las que más pierden”, destacó R. Negri (h) en su charla.

De acuerdo a Negri, la presión fiscal sobre resultados en las diferentes regiones agrícolas oscila entre el 85% y el 70%. Por otro lado, los descuentos comerciales (como los aplicados al trigo y al maíz, que significan transferencias del agricultor hacia otros sectores de la cadena), que no son impuestos pero impactan en las finanzas del productor, alcanzan una presión que va del 2 al 11%. Sumados ambos factores (presión fiscal pura + distorsiones comerciales), la presión total sobre el productor oscila entre el 76% y 89%.  De acuerdo a relevamientos hechos por CREA, en localidades bonaerenses como Bolívar y Tapalqué, el costo de impuestos y descuentos comerciales alcanza los 4221 y los 3614 pesos por hectárea, respectivamente. Por otro lado, en el núcleo agrícola entrerriano y el NE arenoso entrerriano la presión es de 3678 y 2629 pesos por hectárea, respectivamente.

Sistema  Tributario   Específico  al Campo


Al pan, pan, y al trigo, libertad de mercados



Cuando la Argentina era un país en formación. Cuando los inmigrantes llegaban  buscando nuevos horizontes. Cuando las praderas del río de la plata asomaban como el futuro granero del mundo. Cuando el esfuerzo de esos rudimentarios colonos, que de la nada hicieron todo, o casi todo :
En esa época, se llegó a producir más trigo que ahora.
El arado tirado por bueyes y posteriormente por caballos, eran las herramientas  precarias y originales que supieron surcar las praderas  fértiles. Hacían emerger en ellas las simientes, cuyos frutos frondosos alcanzaban hasta para transitar los mares hacia la vieja Europa.
Ya se empezaba a exportar trigo.
Ese extraordinario esfuerzo, que comenzaba en las frías madrugadas y culminaba cuando el sol se ocultaba en el crepúsculo del poniente, se fue acentuando con los años. Así prosperaban en nuestros campos las optimas cosechas que ya nos proyectaban como una gran potencia agropecuaria. 

Italianos, alemanes, polacos, españoles, judios y de tantos otros lugares, llegaron a la nueva América para cultivar la tierra y vivir con  la esperanza de un gran porvenir. Los años y las distancias se fueron compenetrando en esa fusión invulnerable para desarrollar el gran proyecto de país, que con el tiempo y en forma sorprendente, se preparaba para alimentar a más de trescientos millones de personas.
La actividad agropecuaria por naturaleza, fue, es, y será, el engranaje conductor de nuestra economía. Hoy el campo argentino estaría en condiciones de llegar a esas metas. Solamente las locuras de algún trastornado lo pueden impedir.
La asombrosa evolución de la agricultura en el mundo es respaldada por un formidable desarrollo tecnológico y genético, llevando esta producción a niveles incalculables en volúmenes, calidad e innovaciones.
Nuestro país supo acompañar esos avances, importando, desarrollando y desplegando esa modernidad, que afianza y consolida  una producción en escala solo comparable con los países más avanzados. La mejor herencia que tiene hoy la actividad agrícola argentina son sus fértiles tierras, su excelente infraestructura y su admirable capital humano. Solo faltan gobiernos honestos.
Ya desde el inicio agrícola, el trigo de nuestras pampas era considerado uno de los mejores del mundo por su calidad y su alto contenido proteico. Merced a esas condiciones la Argentina supo conseguir grandes mercados consumidores que, lamentablemente por desidia o por equivocaciones, ya se han perdido. 
Hoy nuestro país produce en promedio alrededor de 14 millones de toneladas, y si proyectamos la posible expansión de siembra de acuerdo a la capacidad operativa con su moderna infraestructura, se podría llegar sin inconvenientes a 30 millones.
El potencial productivo asegura esas cifras.
¿Qué pasó en esta última década para que hoy nos quedemos sin trigo? 
Ocurrió lo que se veía venir; sucedió lo que la irracionalidad rodeada de locuras es capaz de realizar sin prever los efectos.
 En un desconocimiento total de cómo funciona el mercado, desalentaron con medidas arcaicas este cultivo, que es la base principal de la alimentación humana. Se llegó a la enésima potencia de los disparates para defender, dijeron, la "mesa de los argentinos".
 La medida consistió en un cerrojo arbitrario a las exportaciones para que en el mercado interno haya sobreoferta. Y de esa manera el precio se estacionara porque la harina quedaba entonces para el consumo local. Las consecuencias no se hicieron esperar, en esta última cosecha 2012/13 se recolectaron solamente 8 millones de toneladas debido a una menor superficie de siembra.
Estos disparates generaron, por falta de demanda de trigo, que los productores en forma inconcebibles tengan que retener o malvender forzosamente su producción. Esto  provocó los debidos quebrantos ( desaparecieron 29766 productores de trigo, un 60% !  )  y en muchos casos el trigo se destinó como alimento para la ganadería. Como en este gobierno todo es arrebato e improvisación, el trigo que  prohibieron exportar, paso a ser un bien despreciable.
Nos encontrabamos con un precio irreal por falta de transparencia y un futuro incierto, sumado a esto una inflación galopante que eleva los costos en dólares. Solamente en la ingenuidad del secretario de comercio, alguien puede apostar a incrementar la siembra para perder plata.
Después de estos escandalosos fracasos, causados por la devastación que hicieron con este producto tan elemental, se quedaron sin argumentos.
La dura realidad fue la encargada de poner las cosas en su justo lugar.
Hoy no hay más trigo por las trabas superpuestas que obligaron a los productores a buscar algo de rentabilidad en otros cultivos. Resultado: el precio del pan llegó a estos niveles escalofriantes. No busquemos más justificaciones porque esta es la verdad. La evidencia en los hechos es la mejor prueba.
En pleno conflicto agropecuario (2008) señalamos lo que pasaría, y pasó. En lugar de preocuparse sobre esa conjetura, redoblaron la apuesta tratándonos de “avaros, oligarcas, grupos de tareas” y un montón de “virtudes escatológicas” más.
Como último aporte a la sensatez para no caer en estas desgracias, los agricultores les ofrecimos “regalarles el volumen de trigo para el consumo interno, a cambio de obtener reglas claras y no cerrar los mercados de exportación”. Pudo más la soberbia de un gobierno indiferente que se aferró a sus locuras. 
Los resultados están a la vista :  
La superficie de siembra de trigo 2012 fue la mas baja desde 1899. No alcanza el  trigo para elaborar harina y el precio del pan se dispara.

Estos yerros hoy en día se pagan caros. Donde están los exitosos resultados del Sr Moreno con sus intervenciones? El corolario de estos desenlaces que se lo explique a la población, pero sin relato, asumiendo sus fracasos. Después, lo que debería hacer, es renunciar al cargo por arrogante, ignorante y violento. Y deje al campo producir en paz que sabe cómo hacerlo.

Como justificativos a sus disparates, ahora amenaza con confiscar los excedentes mediante la arcaica “ley de abastecimiento”. Puede hacerlo cuando quiera, hoy ningún productor lo retiene porque lo poco que había ya se ha vendido todo. Y si algo queda está en poder de sus amigos los exportadores, que hicieron con todo esto el gran negocio.
Esta es la fatídica consecuencia de arbitrar imposiciones a voluntad y sin tener nociones de lo que se hace, ignorando, “ex profeso”, cómo funciona la oferta y la demanda para regular los precios; ecuación tan vieja y justa como la misma planta de trigo. Esos torpes avasallamientos a la sensatez terminarán con la vergonzosa decisión de importar este cereal para que en la mesa de los argentinos “haya pan”. Increíble pero real.
La incidencia que tiene la harina en el precio del pan es solamente del 13 %, lo demás es gasto de elaboración y comercialización. Le erraron en la estrategia por ineptos.
En esta última década desperdiciada y perdida, este cereal aumentó alrededor de un   140 % ,  ¿Por qué el pan lo hizo en un 800 %?

Que dé sus explicaciones la Sra. presidenta en cadena oficial, pero con humildad y deje de echarle la culpa a quien no la tiene. Sí, tiene en sus ministros vergonzantes un espejo donde reflejarse si quiere seguir destruyendo todo. Es hora que reflexione y se rodee de gente sensata y competente que sepan lo que se debe hacer. 
El “vamos por todo” finalmente terminará con ellos primero.
El campo hace rato que expresó su verdad. Por no escucharlo se llegó a este extremo.

Raúl R. Zorzón
Productores agropecuarios
rzorzon@malabrigo.com


Se agradecen los graficos de :
Carlos Etchepare                             tw:  @cretchepare 
patriachacarera.blogspot.com.ar    tw : @patriachacarera