11 agosto 2011 - El amor en los tiempos de CRISTINA

No es mio, pero me hubiera gustado escribirlo ... el autor se esconde detras del titulo de un blog "El escritor portátil",
pero sospecho que bien podría ser un amigo (sino lo es, "le pegué, en el palo").
Lo recibi por twitter entre tanta catarsis y supuestos fraudes tan irremediablemente ciertos como innecesarios.
Le cambié un poquito el título.

Y pensé : Porque no un poco de ficción ?

Una versión fabulada de la idea pro voto a Binner, ahora con el apoyo editorial de L Gregorich

Mi amigo Hora entró al Tolón con cara de deprimido. Habíamos hablado por teléfono y me contó que se había separado. Horacio y Raquel llevaban cuatro años y eran la pareja más Kirchernerista que conocí. Hora pidió un café con leche con medialunas y cuando se lanzó a hablar de los pormenores quedé atónito.
"Todo explotó el último fin de semana", me dice "Ella quería ir a Tecnópolis y yo quería ver "Fútbol para todos" La discusión parecía interminable y no nos pusimos de acuerdo. Encima a la cena cocinó milanesas y estaban espantosas, raro en ella porqué siempre cocinó bien y hasta llegué a pensar que cocinó mal a propósito, pero no. Le pregunté de dónde era la carne y me reveló que se había ido al Mercado Central con un amiga para probar "Carne para todos" y que el kilo de milanga le costó 20 mangos. "Yo no se porqué no salió todavía Pizza para todos".

"Yo notaba cosas raras, como que se molestaba con pequeñas cosas. Ya no miraba 678 ni tampoco me comentaba los programas de "Encuentro" y además tampoco miraba con su ahijado Paka Paka. Cuando fuimos al cine a ver la de San Martín, Revolución, se quedó dormida . Claro que se me prendieron las luces de alarma. Ni hablar cuando me aparecí con el deco para mirar HD. No me dió pelota. Un garrón. Quise hablar con ella y la llevé a cenar como cuando éramos novios.
Fuimos al restaurante "El General" pero no hubo caso, le pareció demasiado y además, como en el programa de Capusoto, cuando llegó la cuenta tuve que decir: "Uh, nos rompieron el orto!" Algo estaba pasando.
Incluso le pregunté pero me no me dijo "nada."

Confieso que a esta altura del partido, no sabía que decirle. "Había más" ...
Mientras tanto, Hora se pidió tres medialunas más y otra vuelta de café. Estaba dolido y se notaba que aún la quería.

"El otro día me fui a la marcha de las putas y se me armó un lío infernal. Pensar que el año pasado me la banqué con el asunto del matrimonio igualitario y teníamos la casa llena de nuevos amigos, imagináte Tano, un dos ambientes en Parque Avellaneda lleno de gays, lesbianas y algún traba. Uno hace cada cosa por amor."

A mi no quedaba claro porqué se habían separado realmente.

"Atrás habían quedado los años de militancia, la juventud maravillosa, la plaza, el funeral de Néstor y la elección del otro día"

¿Entonces porqué se separaron?, insistí.
"Fácil, me dijo que me había engañado con Binner, que lo había votado, que ella nunca fue peronista, que había llegado el tiempo de divertirse, ... que todo estuviese tan bien le hinchaba las pelotas y se fue."
"Imperdonable.
Ahora está con un progre de anteojitos de marco."