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lunes, 2 de enero de 2012

27 oct 2011 - Un día para agendar





Me han pedido que explique y relate porque decia David Hughes "Un día para agendar" y genera una incognita. Ya alguien se ha adelantado y contado que ayer a la tarde se constituyó formalmente la Fundación Barbechando (en realidad se dió el primer paso del tramite de obtención de la "personeria juridica" de la misma), un proceso que nos adelantó el pintoresco escribano Comas, dueño de casa, "lleva con suerte y empujando 6 meses y muy probablemente, un año". Nada de formal, aburrido ni acartonado tuvo lo de ayer, empezando por lo colorido del sitio (dentro de lo esperable para un ámbito leguleyo). Ni por el murmullo cercano al tumulto que generamos las 13 personas firmantes (el número no sera mufa?), por suerte llegó la décimocuarta (Armando Zavala, productor de Salto BA) como para romper el maleficio. Tanto es asi que tuvo que presentarse medio intespestivamente el escribano a poner orden.
Vieron que los escribanos juegan medio al misterio y aparecen al final como las "prima donnas teatrales" para rubricar los folios firmados. Bueno tuvo que adelantarse y actuar casi como un celador de colegio secundario (hoy se llama EGB o polimodal creo) diciendonos que
"Se entiende que esta es un Fundación que promueve la sustentabilidad agroindustrial, pero no estamos en una juerga en un asado en el campo ",
con una cara mezcla de serio y pícaro. Uno podia deducir que la reprimenda no venia muy en serio aunque el tumulto era
importante (no me acuerdo una reunión de gente madura donde tantas veces se tenga que pedir silencio!).

Algunos detalles, de esos que uno no percibe, denunciaban un toquecito desacartonado en esta escribanía de la calle Riobamba : una colorida biblioteca que hasta opacaba las blanquinegras lineas de la blusa de la secretaria, que con gran dificultad intentaba que no nos distrajeramos de la lectura del acta constitutiva.
Los 21 volumenes de fondo, de un importante codigo dado por su tamaño, rememoraban con sus colores blanco, verde y rojo mas la historia completa del club Velez Sarfield, que algun tratado legal. Aunque quizas haya aquí algun homenaje futbolero, digno de Rodolfo Walsh, entre burlón y respetuoso ya que efectivamente Dalmasio Velez Sarfield, a quien recuerda aquel club de futbol, fue el autor del Codigo Civil argentino. (ilustro con alguna foto que certifica esta especulación).
Después siguió el escribano con la consabida explicación detallada del proceso, la figura legal y etc, etc de una Fundación, la firma del acta y un brindis, eso sí, no en la escribanía sino en Casablanca, el bar de Riobamba y Rivadavia frente al Congreso Nacional, casi un refugio emblamático nuestro.

Quizas David haya querido reflejar en su idea de " un día ..." que, a pesar de que las circunstancias políticas de muy corto plazo y los nubarrones del futuro suenan como opresivos, monocordes y desalentadores para el campo (recordemos el festejo y las palabras del inefable secretario de comercio en la Plaza el domingo de la victoria K), hay un grupo de persistentes productores del campo, que tengo el orgullo de integrar, que creemos que hay un trabajo en el terreno de la politica nacional no partidaria que es indispensable hacer, pase lo que pase y cueste lo que cueste.

Un trabajo de largo plazo, de esclarecimiento de ideas, de relacionamiento con la política parlamentaria. Un trabajo que nunca debió desecharse ni relativizarse. Que quizas no presente resultados mediaticos y marketineros como fue aquel "No positivo", pero que no debe desatenderse. En eso estamos.

Cumplo con el pedido, dejo para otro mensaje la presentación formal de los productores que la conforman, mas alguna foto con el escribano Comas, se la merece.

Saludos

Ricardo Lakatos
coordinador y en este caso cronista de
Fundación Barbechando


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